La artista española Edurne ha vuelto a demostrar por qué es una de las figuras más carismáticas de la música nacional. En su reciente visita al programa El Hormiguero, la cantante no solo presentó su nuevo material discográfico, sino que también ofreció una mirada íntima a cómo vive las fiestas decembrinas desde su residencia en Italia. La conversación con Pablo Motos desveló detalles sorprendentes sobre sus costumbres navideñas, revelando una mezcla de adaptación cultural y fidelidad a sus raíces madrileñas.
El espacio de entrevista se convirtió en un escenario perfecto para que Edurne compartiera su energía característica, mezclando anécdotas personales con reflexiones sobre su trayectoria profesional. Mientras hablaba de su disco navideño, la artista aprovechó para conectar con el público a través de experiencias cotidianas que muchos comparten durante estas fechas especiales.
Una de las revelaciones más llamativas fue su sincera confesión sobre los dulces típicos de la temporada. Contrariamente a la mayoría de los españoles, Edurne admitió que los turrones, polvorones y demás golosinas navideñas no forman parte de sus preferencias culinarias. Esta declaración generó cierto asombro en el plató, donde tradicionalmente estos productos son sinónimo de celebración. Sin embargo, la artista justificó su postura explicando que sus gustos se inclinan hacia platos más contundentes y tradicionales de la gastronomía de su tierra natal.
La conversación derivó hacia cómo celebra el Año Nuevo desde su hogar en territorio italiano. La cantante, que lleva varios años residiendo en el país transalpino por motivos profesionales y personales, explicó que ha desarrollado una capacidad notable para adaptarse a las costumbres locales. No obstante, existen líneas rojas innegociables que mantiene con firmeza, especialmente en lo que respecta a la alimentación durante las festividades.
El cocido madrileño ocupa un lugar central en su ritual decembrino. Edurne detalló que, tanto después de la Navidad como tras la celebración de Fin de Año, este plato emblemático es un componente obligado en su mesa. La preparación, que incluye garbanzos, carnes variadas, verduras y sus correspondientes vuelcos, representa para ella un vínculo tangible con su identidad cultural. Lo más curioso del asunto es la logística que despliega para mantener esta tradición viva a más de mil kilómetros de Madrid.
La artista confesó que desde España transporta todo el producto envasado hasta su residencia italiana. Este proceso implica una planificación meticulosa, asegurando que los ingredientes auténticos lleguen en perfectas condiciones para ser cocinados y disfrutados como si estuviera en la península ibérica. Esta dedicación refleja el valor que otorga a las tradiciones familiares y a la conexión con sus orígenes, incluso viviendo en el extranjero.
El público del programa recibió esta revelación con gran simpatía, identificándose con la necesidad de mantener vivas ciertas costumbres cuando se vive fuera de casa. La imagen de Edurne preparando un cocido madrileño en su cocina italiana se convirtió en un momento entrañable de la entrevista, humanizando a la estrella y acercándola a las experiencias cotidianas de muchos expatriados.
Durante la charla, también surgieron referencias a su participación en La Voz Kids, donde la cantante ha consolidado su rol como coach y mentora de jóvenes talentos. Edurne compartió que la competencia entre los equipos es intensa, pero siempre dentro de un ambiente de respeto y aprendizaje. Su experiencia en el programa ha permitido descubrir voces excepcionales y vivir la música desde una perspectiva pedagógica que enriquece su propia carrera artística.
La entrevista también dejó espacio para reflexiones más personales sobre la importancia de mantenerse activa y saludable. Aunque no profundizó extensamente, la artista coincidió con la filosofía de otros invitados como Alejo Sauras, quien ha defendido que el ejercicio físico es fundamental no solo para el cuerpo, sino también para el bienestar mental. Esta conexión entre salud física y emocional resonó con el público, especialmente en una época donde las celebraciones navideñas suelen implicar excesos.
El contraste entre la vida en España e Italia también fue un tema recurrente. Edurne destacó que, aunque ha adoptado muchos aspectos de la cultura italiana, especialmente en lo relacionado con la gastronomía diaria, las fechas señaladas le devuelven a sus raíces madrileñas con mayor intensidad. Esta dualidad cultural enriquece su experiencia vital y, según comentó, también influye en su creatividad musical.
La presentación de su proyecto navideño sirvió como hilo conductor para toda la conversación. El disco, que combina temas clásicos con nuevas composiciones, refleja su evolución artística y su capacidad para adaptar la música festiva a su estilo personal. Las canciones escogidas para este trabajo muestran un equilibrio entre la nostalgia y la modernidad, característica que define su trayectoria en los últimos años.
La entrevista concluyó con un mensaje de conexión con sus seguidores, invitándoles a disfrutar de las fiestas de manera auténtica, sin presiones sociales sobre cómo debe celebrarse la Navidad. Su historia personal sirvió como ejemplo de que es posible mantener la identidad propia mientras se abraza nuevas experiencias y culturas.
El segmento generó gran repercusión en redes sociales, donde los fans de Edurne celebraron su sinceridad y su capacidad para mantenerse fiel a sí misma. La imagen de la estrella internacional preparando un cocido en su casa de Italia se convirtió en un momento viral, demostrando que la autenticidad sigue siendo el mejor activo de cualquier artista.
La aparición en El Hormiguero consolidó una vez más el vínculo de Edurne con el público español, recordando que, por muy lejos que esté físicamente, sus raíces siguen siendo el pilar de su identidad artística y personal. La combinación de su nueva música navideña con estas revelaciones personales creó un momento televisivo memorable que resonará más allá de la temporada festiva.