Pablo Puyol revela su trabajo en Pryca antes de la fama

El actor confesó en 'Y ahora Sonsoles' cómo se levantaba a las cinco de la mañana para trabajar en un supermercado antes de triunfar en la serie

Pablo Puyol, a punto de celebrar su cincuenta cumpleaños el próximo 26 de diciembre, ha decidido abrirse en canal en una de las entrevistas más íntimas de su trayectoria profesional. El actor malagueño, conocido por su versatilidad artística, ha compartido en el programa 'Y ahora Sonsoles' los detalles más desconocidos de su vida previa al éxito, revelando un pasado laboral que pocos imaginan para una de las caras más reconocidas de la ficción española de principios de siglo.

Antes de convertirse en un nombre familiar para millones de espectadores, el intérprete tuvo que ganarse la vida con sudor y esfuerzo. En una confesión que ha sorprendido a propios y extraños, Puyol ha desvelado que su primer empleo estable fue en un conocido hipermercado. "Tenía que ganarme las habichuelas. Empecé a trabajar en un Pryca, me levantaba a las cinco de la mañana, cargaba palés de leche", ha reconocido con total sinceridad ante las cámaras del espacio de Antena 3.

Esta etapa previa a la fama, lejos de los focos y las alfombras rojas, definió su carácter y su ética de trabajo. Mientras la mayoría de sus compañeros de promoción centraban exclusivamente sus energías en castings y audiciones, él debía equilibrar su pasión por la interpretación con la necesidad de cubrir sus gastos básicos. Los amaneceres en el almacén del supermercado se convirtieron en su rutina diaria, una realidad que contrasta radicalmente con el glamour que posteriormente conocería.

El camino hacia la interpretación no fue lineal para el artista. Inicialmente, Puyol se dedicó a estudios universitarios de Biología en su Málaga natal, una trayectoria académica que parecía alejada de las tablas. Fue durante esta etapa cuando, casi por casualidad, descubrió su verdadera vocación. Pequeños papeles en producciones locales y cortometrajes le hicieron darse cuenta de que su futuro no estaba en las ciencias, sino en el arte dramático. Sin dudarlo, dio un giro radical a su vida y se matriculó en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, donde formó la base técnica que le llevaría al estrellato.

La oportunidad definitiva llegó de la mano de 'Un paso adelante', la serie juvenil de Antena 3 que se convirtió en un fenómeno de masas a principios de los años 2000. Encarnando a Pedro Salvador, Puyol vio cómo su rostro se popularizaba de la noche a la mañana. El éxito fue fulminante y, con él, llegaron las consecuencias inevitables de la fama repentina. El actor ha admitido que esa explosión de popularidad le resultó abrumadora en ocasiones, generándole una presión mediática constante que compartía con el resto del reparto juvenil.

En momentos de mayor tensión, la idea de abandonarlo todo y regresar a su Málaga querida rondó su cabeza. La presión de ser un referente para la juventud, sumada al acoso paparazzi y a la pérdida de intimidad, puso a prueba su determinación. Sin embargo, con el paso del tiempo, aprendió a gestionar esa exposición pública y a canalizarla en su beneficio artístico. Aquel papel, que en un principio le desbordó, acabó convirtiéndose en el punto de inflexión que catapultó su carrera definitivamente.

Desde entonces, Pablo Puyol ha demostrado una versatilidad envidiable, consolidándose como uno de los artistas más polifacéticos del panorama nacional. Su trayectoria abarca múltiples disciplinas: ha brillado en la interpretación teatral, ha protagonizado series de televisión de éxito y ha incursionado en el mundo de la música con proyectos personales. Esta diversidad le ha permitido mantenerse relevante en una industria tan cambiante como la del entretenimiento.

A sus 49 años, el malagueño disfruta de una carrera estable y respetada. El escenario se ha convertido en su espacio seguro, aquel lugar donde se siente más cómodo y auténtico. Desde finales de los noventa, ha mantenido una presencia constante en la escena artística española, evitando los altibajos que suelen afectar a intérpretes de su generación. Su capacidad para moverse con soltura entre géneros y formatos lo ha convertido en un profesional de referencia.

La entrevista en 'Y ahora Sonsoles' ha servido para que el público conozca la humanidad detrás del artista. Esas confesiones sobre sus inicios humildes, lejos de menospreciar su figura, la enaltecen, mostrando un perfil de trabajador incansable que no olvida sus raíces. La historia de Pablo Puyol es un claro ejemplo de que el éxito no siempre llega por privilegio, sino a menudo como resultado de esfuerzo, perseverancia y la valentía de soñar en grande pese a las circunstancias adversas.

Referencias

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