La tertulia de actualidad de El Hormiguero vivió una jornada excepcional con la presencia de Isabel Preysler como invitada especial. El programa nocturno de Antena 3, dirigido por Pablo Motos, acogió a la figura de la cronica social en una edición que prometía estar llena de momentos memorables y no defraudó las expectativas. La madre de Tamara Falcó acudió al plató de la calle Alcalá en una aparición puntual que, según declaró a la revista ¡HOLA!, se limitaría únicamente a esa semana, pero que ha dejado una huella imborrable entre los espectadores y colaboradores del espacio.
El encuentro giró en torno a diversos temas de actualidad, pero uno de los momentos más destacados surgió cuando la conversación derivó hacia las ostentosas decoraciones navideñas de Kim Kardashian. La influencer y empresaria estadounidense había mostrado recientemente su mansión repleta de árboles de Navidad iluminados en cada rincón, una imagen que no ha dejado indiferente a nadie y que ha generado un intenso debate en redes sociales y medios de comunicación.
La opinión de Preysler no dejó lugar a dudas. Con su característica elegancia y franqueza, la invitada especial expresó su desacuerdo con tal exceso decorativo. "Cada uno tiene libertad para adornar su hogar como le plazca, pero si me preguntáis por mi gusto personal, me resulta horroroso. Considero que esa casa es terrible, con tantos árboles por doquier", manifestó sin ambages. Sus palabras reflejaban una visión más clásica y contenida de las fiestas, lejos del maximalismo que caracteriza a las celebridades de Los Ángeles.
La postura de su hija, Tamara Falcó, no pudo ser más diferente. La marquesa de Griñón defendió la exhibición de Kardashian, argumentando que forma parte de una estrategia de contenido digital. "Es contenido", insistió la joven, mostrando una comprensión más moderna de cómo las personalidades públicas gestionan su imagen en plataformas como Instagram. Además, añadió un matiz sensorial a la conversación: "Kim comentaba lo bien que aromaiza su casa, que huele intensamente a pino. Es cierto que se trata de un despliegue muy impactante, muy potente. Aunque todo en Los Ángeles tiende a ser un poco desmesurado".
Falcó también hizo referencia a anteriores exhibiciones de la celebrity, recordando que Kardashian no es ajena a los gestos llamativos y que su relación con la Navidad siempre ha estado marcada por el espectáculo. El debate entre madre e hija reflejaba dos generaciones y dos formas de entender la tradición festiva: la discreción y el buen gusto clásico frente a la espectacularidad digital del siglo XXI.
La conversación sobre árboles navideños no quedó ahí. El foco se desplazó hacia Núria Roca y Juan del Val, quienes también compartieron sus experiencias personales con la decoración de su hogar. La presentadora de La Roca en LaSexta se vio en la obligación de defender su árbol, que según su marido alcanzaba dimensiones descomunales. "No es tan alto como él pretende hacer creer", argumentó Roca, aunque reconoció que la instalación había requerido ciertos sacrificios espaciales.
Juan del Val, ganador del Premio Planeta 2025, no dudó en poner el broche cómico a la anécdota: "Hemos tenido que desmontar todos los muebles del recibidor para poder instalarlo". Esta confesión desató las risas del público presente en el plató y de los propios tertulianos, generando un momento de distensión que contrastaba con la crudeza de los temas políticos y sociales que suelen dominar la mesa.
La velada, sin embargo, no solo giró en torno a la Navidad y las opiniones de Preysler. El programa también contó con la visita del escritor estadounidense Dan Brown, quien acudió para presentar su última novela, "El último secreto". El autor de "El código Da Vinci" regresó con una nueva aventura del profesor Robert Langdon, el simbólogo de Harvard que ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo.
Brown explicó que la trama transporta a Langdon hasta Praga, donde asiste a una conferencia revolucionaria impartida por Katherine Solomon, una científica noética con quien mantiene una relación sentimental. El autor se vio obligado a desgranar para el público el concepto de noética, una disciplina que sirve como eje central a la narrativa. "El término proviene del griego 'noetikos', que significa conciencia o percepción. Esta ciencia estudia la capacidad de la mente humana para influir en el mundo físico", aclaró el escritor.
La combinación de ambos segmentos -el debate navideño y la entrevista literaria- ofreció una de las ediciones más completas y variadas de la temporada. La presencia de Isabel Preysler aportó un toque de distinción y elegancia al programa, mientras que la intervención de Dan Brown elevó el contenido cultural del espacio. El contraste entre la crónica social y la literatura de suspense creó una amalgama perfecta para el entretenimiento nocturno.
El Hormiguero demostró una vez más por qué se ha consolidado como uno de los programas de referencia de la televisión española. Su capacidad para mezclar la actualidad, el entretenimiento y la cultura en un mismo formato resulta única en el panorama audiovisual nacional. La aparición de Preysler, aunque puntual, ha dejado un regusto de exclusividad que el programa sabe explotar magistralmente.
La polémica sobre la decoración de Kardashian no hace sino reflejar un debate más profundo sobre los valores actuales: el consumo desaforado frente a la moderación, la exhibición digital frente a la privacidad, la nueva riqueza tecnológica frente a la aristocracia tradicional. En este sentido, las palabras de Isabel Preysler representan una voz de experiencia y tradición en un mundo cada vez más volcado en el espectáculo inmediato.
El programa concluyó con la sensación de haber presenciado algo especial, una edición que pasará a los anales de la historia de El Hormiguero. La química entre los colaboradores habituales y la invitada de lujo creó momentos espontáneos y auténticos que son la esencia misma del formato. Mientras tanto, los espectadores quedaron con la duda de si volveremos a ver a la "reina de corazones" en el plató o si esta aparición fue realmente un hecho puntual como ella misma advirtió.
La Navidad, con sus luces y sus sombras, sigue siendo un tema que genera pasiones encontradas. Ya sea con un árbol minimalista o con una floresta completa, lo cierto es que cada uno celebra como puede o como quiere. Pero si algo quedó claro es que, en España, la opinión de Isabel Preysler sigue teniendo un peso específico cuando hablamos de estilo y buen gusto.