Nerea Garmendia habla de la maternidad tras su regreso a Pasapalabra

La actriz confiesa que los primeros tres meses con su bebé fueron un infierno, pero ahora duerme más que antes y disfruta de su hijo Unax.

Nerea Garmendia ha vuelto a pisar el plató de Pasapalabra, esta vez con un nuevo rol: el de madre. Su última aparición en el concurso fue durante su embarazo, un momento emotivo que incluso la llevó a derramar lágrimas al escuchar los versos de despedida de Manu. Ahora, siete meses después del nacimiento de su hijo Unax, la actriz ha compartido con los espectadores cómo ha sido su experiencia en esta nueva etapa de la vida.

Durante su entrevista con Roberto Leal, Nerea no ha dudado en ser sincera. Aunque hoy en día su bebé es un niño feliz, charlatán y con buen apetito —lo que, según ella, es sinónimo de tranquilidad—, los primeros meses de maternidad no fueron nada fáciles. “Los primeros tres meses fueron un infierno”, confesó sin tapujos, recordando las noches en vela, la falta de descanso y la adaptación a un ritmo completamente nuevo.

Sin embargo, el tiempo ha hecho su trabajo. Hoy, Unax ya duerme de forma más regular: “de 8 y media de la tarde a 7 de la mañana, con dos biberones de por medio”. Y eso, según Nerea, ha supuesto un cambio radical en su vida. “Yo duermo más ahora que antes”, bromeó entre risas, reconociendo que, aunque la maternidad exige mucho, también trae consigo momentos de paz y alegría que compensan con creces los desafíos iniciales.

La actriz ha destacado que su hijo es un niño muy sociable y curioso. “Es muy majo, muy charlatán”, dijo con una sonrisa, dejando entrever que, a pesar de las dificultades iniciales, la relación con su pequeño es cada día más bonita y llena de complicidad. Su entusiasmo al hablar de Unax es evidente: lo describe como un niño que come bien, que se ríe con facilidad y que ya empieza a mostrar su personalidad.

Este regreso a Pasapalabra no solo ha sido una oportunidad para hablar de su maternidad, sino también para recordar el cariño que siente por el programa. La última vez que estuvo en el plató, estaba embarazada, y aquellos programas fueron especialmente emotivos. La despedida de Manu, con sus versos cargados de sentimiento, la conmovió profundamente. Ahora, con su hijo en casa, la experiencia es diferente, pero igual de significativa.

Nerea ha aprovechado su paso por el concurso para enviar un mensaje de esperanza a otras madres que están pasando por momentos difíciles. Su confesión sobre los primeros tres meses no busca asustar, sino normalizar. La maternidad no siempre es un camino de rosas, y eso está bien. Lo importante es saber que, con el tiempo, las cosas mejoran. Y en el caso de Nerea, no solo han mejorado: han cambiado por completo. Hoy, su vida gira en torno a Unax, pero lo hace con más calma, más sonrisas y, sobre todo, con más sueño.

El público de Pasapalabra ha recibido con cariño su regreso. Su sinceridad, su humor y su capacidad para conectar con los espectadores han hecho que este momento sea uno de los más destacados de la semana. Y es que, más allá de los juegos y las preguntas, lo que realmente emociona es ver a las personas detrás de los personajes: sus alegrías, sus miedos, sus triunfos y sus fracasos.

Nerea Garmendia ha demostrado que, aunque la maternidad puede ser un desafío, también es una de las experiencias más gratificantes de la vida. Y si hay algo que su historia nos enseña, es que no hay que tener miedo a reconocer las dificultades. Hablar de ellas no es una debilidad, sino una forma de ayudar a otros a sentirse menos solos en su propio camino.

En resumen, el regreso de Nerea a Pasapalabra ha sido mucho más que una visita al plató. Ha sido un momento de reflexión, de empatía y de celebración. Celebración de la maternidad, de la superación y de la vida misma. Y si hay algo que queda claro tras su entrevista, es que, aunque los primeros meses fueron un infierno, ahora, con Unax en sus brazos, todo tiene sentido.

Referencias