En una subasta que desafió las expectativas, el controvertido artista italiano Maurizio Cattelan volvió a hacer historia con su obra más provocadora: un inodoro funcional fabricado en oro de 18 quilates. Bautizado como 'America', este objeto de lujo y funcionalidad cotidiana se vendió por la asombrosa cifra de 12,1 millones de dólares en la casa de subastas Sotheby’s en Nueva York. La pieza, que no solo es una escultura sino también un sanitario utilizable, fue adquirida por una marca estadounidense de renombre, cuya identidad aún no se ha revelado públicamente.
La obra, que ya había causado sensación en 2016 cuando fue instalada en los baños del Museo Guggenheim de Nueva York —donde más de 100.000 visitantes hicieron cola para usarlo—, volvió a convertirse en el centro de atención en la nueva sede de Sotheby’s, ubicada en el emblemático edificio brutalista Breuer de Manhattan. Según David Galperin, jefe de arte contemporáneo de la casa de subastas, la exposición atrajo a más de 25.000 visitantes de todo el mundo, muchos de los cuales esperaban en fila durante horas solo para verlo en persona. "El impacto de esta obra fue evidente", afirmó Galperin, destacando cómo el inodoro se convirtió en un fenómeno cultural más allá del mundo del arte.
El ejemplar subastado pertenecía al magnate Steve Cohen, propietario del equipo de béisbol New York Mets, y fue uno de los puntos culminantes de la venta de arte contemporáneo de Sotheby’s. Aunque el precio final incluyó comisiones, el valor del material —oro puro— rondaba los 10 millones de dólares, lo que significa que el arte y el concepto detrás de la pieza añadieron un valor simbólico y especulativo significativo.
Cattelan, conocido por su humor negro y su capacidad para desafiar las convenciones del arte, ya había generado polémica con otras obras como la banana pegada con esparadrapo a una pared, que se convirtió en un ícono global. 'America' no es una excepción: es una crítica irónica a la desigualdad social, el lujo excesivo y el consumismo, todo ello envuelto en un objeto tan cotidiano como un inodoro. Su funcionalidad añade una capa adicional de provocación: ¿es arte si puedes usarlo? ¿Es arte si cuesta millones pero sirve para algo tan mundano?
La subasta formó parte de una venta más amplia que incluyó 45 obras, entre las que destacó un cuadro de Jean-Michel Basquiat titulado 'Crowns (Peso Neto)', que se vendió por 48,3 millones de dólares, y una escultura de Yves Klein que alcanzó los 19 millones. Aunque el total de la subasta ascendió a 178 millones de dólares, fue 'America' la que generó más revuelo, no solo por su precio, sino por su capacidad para generar debate.
Otros artistas también marcaron récords en esta venta: Cecily Brown alcanzó los 9,8 millones, Noah Davis superó los 2 millones y Antonio Obá logró un millón, lo que refleja el creciente interés por nombres emergentes y diversidad en el mercado del arte contemporáneo. Sin embargo, no todas las piezas encontraron comprador, lo que subraya la volatilidad y selectividad del mercado actual.
La venta de 'America' no solo es un hito económico, sino también un momento cultural. En un mundo donde el arte se ha convertido en un activo financiero, obras como esta desafían la noción de valor: ¿qué es más valioso, el material o el concepto? ¿El precio de mercado o el impacto social? Cattelan, con su característico cinismo, parece responder a estas preguntas con una sonrisa irónica y un inodoro de oro.
Para los coleccionistas, la adquisición de 'America' representa más que un objeto de lujo: es una declaración. Para el público, es una invitación a reflexionar sobre el papel del arte en la sociedad. Y para Sotheby’s, es una prueba de que, incluso en tiempos inciertos, el arte provocador y conceptual sigue siendo un imán para la atención global.
En resumen, la venta de este inodoro dorado no es solo un acontecimiento en el mundo del arte, sino un espejo de nuestras contradicciones: el lujo frente a la funcionalidad, el valor simbólico frente al material, y la provocación frente a la aceptación. Y, como siempre, Cattelan lo ha logrado con una mezcla de ingenio, ironía y oro puro.