El Estadio de la Cerámica presenció uno de los partidos más intensos y polémicos de la jornada 15 en LaLiga EA Sports. El Villarreal CF se impuso al Getafe en un duelo marcado por la temprana expulsión de un jugador visitante, la lesión de su capitán y, sobre todo, por dos goles anulados al conjunto local que generaron gran controversia entre la afición groguet. El encuentro dejó un sabor agridulce para los de Marcelino García Toral, que merecieron un resultado más abultado.
Desde el pitido inicial, el Villarreal mostró su intención de controlar el balón y dominar el ritmo del juego. La presencia de Comesaña en el centro del campo resultó fundamental para el equilibrio del equipo, conectando líneas y distribuyendo el juego con criterio. Sin embargo, el partido dio un giro inesperado a los veinte minutos cuando el árbitro mostró la tarjeta roja directa a Milla por una entrada temeraria sobre un futbolista local. Esta decisión dejó al Getafe con diez hombres y obligó a José Bordalás a reestructurar su planteamiento defensivo.
La expulsión fue el punto de inflexión que el Villarreal necesitaba para desplegar todo su potencial ofensivo. Los de Marcelino comenzaron a circular el balón con mayor velocidad, buscando los espacios laterales y aprovechando la superioridad numérica. Pépé y Comesaña intentaron combinaciones en la frontal del área, pero la falta de espacio y la intensa presión defensiva del Getafe impidieron que estas jugadas fructificaran en ocasiones claras. El conjunto azulón, pese a estar en inferioridad, mantuvo su orden táctico y no concedió espacios fáciles.
El momento más polémico llegó en el minuto 35 cuando Mikautadze recibió un pase perfecto de Comesaña y batió a Soria con un disparo cruzado. La celebración duró poco, ya que el VAR intervino para revisar una posición adelantada milimétrica del propio Comesaña en el inicio de la jugada. Los aficionados en el estadio no podían creer la decisión, y el propio centrocampista navarro mostró su incredulidad al ver la repetición en el marcador. El gol fue anulado, manteniendo el empate a cero en el marcador.
La segunda mitad comenzó con el Villarreal volcado en campo contrario, buscando el gol que reflejara su dominio. Buchanan generó peligro por la banda derecha, pero el central Abqar achicó con acierto y evitó el remate del extremo canadiense. El Getafe, por su parte, intentaba salir a la contra con rápidas transiciones, pero se encontró con un Luiz Júnior seguro bajo palos que neutralizó todos los intentos visitantes, ya fueran bloqueados o desviados.
El drama se intensificó cuando Djené, capitán y pilar defensivo del Getafe, sufrió una lesión muscular que le obligó a abandonar el terreno de juego. La situación se complicó para Bordalás, que ya había realizado sus tres cambios y no podía sustituir al togolés. El defensor intentó continuar, pero finalmente tuvo que retirarse, dejando a su equipo con nueve jugadores efectivos durante los últimos minutos.
En el minuto 68, el Villarreal volvió a celebrar un gol que finalmente no subiría al marcador. Solomon realizó una excelente acción individual, regateando a su marcador y definiendo con precisión. Sin embargo, el VAR volvió a intervenir, detectando un fuera de juego en la fase inicial del ataque. La frustración era evidente en los rostros de los jugadores locales, que veían cómo su esfuerzo no se traducía en goles.
Marcelino reaccionó con un doble cambio ofensivo, introduciendo a Solomon y Pépé para buscar mayor profundidad. El técnico asturiano comenzaba ya a pensar en el crucial partido de Champions de la próxima semana, rotando a algunos titulares. Por su parte, Bordalás movió el banquillo con la entrada de Solozabal por Arambarri, busando refrescar el centro del campo.
El desenlace llegó en el tiempo añadido. Un centro desde la derecha de Cardona encontró a Mikautadze, que esta vez sí pudo celebrar legalmente su tanto. El delantero georgiano definió con una vaselina exquisita sobre Soria, culminando una jugada colectiva que reflejó la superioridad groguet. El gol, finalmente válido, sentenció el encuentro y dejó al Getafe sin opción de reacción.
El árbitro decretó cuatro minutos de añadido, tiempo en el que Diego Rico vio la tarjeta amarilla por una dura entrada sobre Ilias. La falta, cometida con la plancha, evidenció la frustración de un equipo visitante que había luchado con valentía pero que se vio superado por las circunstancias.
El partido concluyó con victoria merecida para el Villarreal, aunque con la sensación de que el resultado pudo ser más amplio. El rendimiento de Comesaña fue excepcional, controlando el tempo del juego y participando en las jugadas de gol, aunque su asistencia fuera anulada por el VAR. Mikautadze demostró su olfato goleador, y Luiz Júnior tuvo una tarde tranquila gracias a la solidez defensiva de su equipo.
Para el Getafe, la derrota supone un duro golpe en su lucha por la permanencia. La lesión de Djené es una mala noticia de cara a los próximos compromisos, y la expulsión de Milla le costó caro a un equipo que ya venía de una racha negativa. Bordalás deberá recomponer su defensa y encontrar soluciones ofensivas si quiere revertir la situación.
El Villarreal, con este triunfo, consolida su posición en la zona media alta de la tabla y llega con buenas sensaciones a su compromiso europeo. Marcelino ha conseguido dar forma a un equipo competitivo que combina experiencia y juventud, con jugadores como Moleiro y Ayoze aportando frescura desde el banquillo. La victoria, aunque sufrida, refuerza la moral de un conjunto que aspira a todo esta temporada.
La polémica con el VAR volverá a ser tema de debate en los programas deportivos, pero lo cierto es que la tecnología aplicó el reglamento a rajatabla. El fuera de juego, aunque mínimo, es fuera de juego. El Villarreal puede quejarse de la falta de acierto arbitral, pero también debe valorar su capacidad para generar ocasiones y superar las adversidades. El fútbol, al final, es así de implacable.