El Real Oviedo y el RCD Mallorca no pasaron del empate a cero en el Estadio Carlos Tartiere en un encuentro de LaLiga EA Sports que dejó a los locales frustrados por no transformar su superioridad en goles. El conjunto asturiano, que acabó el partido con dos jugadores menos por las expulsiones de Cazorla y Viñas, dominó buena parte del choque pero volvió a evidenciar sus problemas de cara a la portería rival.
El duelo, vital para ambos conjuntos en sus aspiraciones de alejarse de los puestos de descenso, transcurrió con un guion claro desde el inicio. El Oviedo salió con una clara intención de llevar la iniciativa del juego, mientras que el Mallorca optó por una postura más conservadora, esperando atrás y buscando sorprender a la contra. Esta dinámica se mantuvo durante gran parte de los noventa minutos, aunque la efectividad no acompañó a los hombres de Javier Calleja.
Durante la primera mitad, los carbayones disfrutaron de las ocasiones más claras del encuentro. Colombatto, Ilyas y Viñas generaron tres oportunidades de gol antes del minuto diez, mostrando la intención clara del equipo local de adelantarse en el marcador. Sin embargo, la falta de puntería y la acertada intervención del portero visitante Manolo Reina evitaron que el balón entrara en la red. Por su parte, el Mallorca, lejos de intimidarse, encontró en el contragolpe su mejor arma, con Vedat Muriqi como referente en ataque, aunque tampoco logró concretar sus aproximaciones.
Una de las jugadas más destacadas de la primera parte llegó cuando Manu Vallejo ejecutó una volea dentro del área que obligó a Escandell a lucirse con una mano espectacular, evitando el tanto visitante. Esta acción reflejó la igualdad que existía en el terreno de juego, pese al dominio territorial del Oviedo.
La segunda mitad presentó un guion similar, pero con un mayor dominio del conjunto asturiano. El Oviedo se adueñó del balón y del campo rival, creando numerosas ocasiones de peligro. Sin embargo, se encontró con un muro llamado Dominik Bergström. El portero del Mallorca se convirtió en la figura de su equipo al desviar un disparo a bocajarro de Nacho Vidal cuando el gol parecía cantado. Sus intervenciones mantuvieron vivo al conjunto bermellón en un momento en que el asedio local era incesante.
El técnico del Mallorca, Jagoba Arrasate, introdujo cambios para refrescar su equipo y aguantar el resultado. La entrada de Hassan en el flanco derecho del Oviedo supuso un dolor de cabeza constante para la defensa visitante, ya que su velocidad y desborde generaron peligro una y otra vez. Pero ni sus centros ni sus disparos desde la frontal encontraron el camino del gol.
El partido, que ya tenía suficiente tensión por la importancia de los puntos en juego, se complicó aún más para el Oviedo con las expulsiones. Primero fue Cazorla quien vio la tarjeta roja por una dura entrada, dejando a su equipo con diez hombres. Poco después, Viñas también fue expulsado, lo que dejó al conjunto local con nueve jugadores en los minutos finales. Estas decisiones arbitrales, que generaron protestas entre la afición y el banquillo local, condicionaron el desenlace del encuentro.
El VAR también tuvo su protagonismo, revisando algunas jugadas polémicas que aumentaron la tensión en el Tartiere. Aunque no señaló ninguna pena máxima, su intervención en las expulsiones marcó el ritmo del final del partido.
Tras el pitido final, las reacciones no se hicieron esperar. Por parte del Mallorca, Jagoba Arrasate mostró cierta satisfacción por el punto conseguido lejos de casa: "Es importante no perder cuando no puedes ganar. Valoro este punto fuera. Tuvimos ocasiones en la primera parte pero nos sometieron en el segundo. Era clave no encajar. Ahora a pensar en el Elche". Sus palabras reflejaban la mentalidad pragmática de un equipo que prioriza la suma de puntos en su lucha por la permanencia.
Por el contrario, el técnico del Oviedo, Javier Calleja, no ocultó su frustración: "El final fue así porque el árbitro lo permitió. Si no, hubiese sido diferente. Merecimos más. Un punto que sabe a poco pero suma. Nos faltó meterla. Vamos a mejorar y ganar". El entrenador asturiano dejó claro que su equipo mereció más, pero reconoció que la falta de efectividad volvió a ser su peor enemiga.
El empate deja a ambos conjuntos en una situación complicada en la tabla clasificatoria. El Oviedo, pese a sumar un punto, no logra salir del pozo de los puestos de descenso, aunque sí deja de ser colista de forma momentánea. Los de Calleja tendrán que esperar al resultado del duelo entre Osasuna y Levante del próximo lunes para conocer su posición definitiva en esta jornada.
Por su parte, el Mallorca consigue un punto que, aunque valioso, no le deja tranquilo del todo. La ventaja sobre la zona roja se mantiene en dos puntos, pero la presión aumenta porque sus rivales directos aún no han disputado sus compromisos de la jornada. El conjunto bermellón sabe que cada punto es oro en esta lucha por la permanencia, pero también es consciente de que necesita sumar de tres en tres en los próximos partidos para respirar tranquilo.
El análisis estadístico del partido refleja la superioridad del Oviedo en términos de posesión y ocasiones generadas, pero también pone de manifiesto la falta de puntería. Los locales dispararon más veces a puerta, pero la mayoría de sus tiros fueron de escasa peligrosidad o se encontraron con un inspirado Bergström. El Mallorca, más efectivo en sus pocas llegadas, no tuvo la fortuna de cara al gol.
La afición del Tartiere, que apoyó incondicionalmente a su equipo durante los noventa minutos, se quedó con un sabor agridulce. Por un lado, valoran la mejora en la imagen del equipo y el dominio ejercido sobre un rival directo. Por otro, la frustración por no haber conseguido la victoria y las expulsiones generan incertidumbre de cara a los próximos compromisos.
El calendario no da tregua y ambos equipos deben mirar ya hacia adelante. El Oviedo visitará la próxima jornada al Elche en un duelo directo por la permanencia que adquiere tintes de final. Calleja tendrá que replantear su once ante las bajas por sanción de Cazorla y Viñas, lo que supone un quebradero de cabeza importante para un equipo que necesita todos sus efectivos en esta crucial fase de la temporada.
El Mallorca, por su parte, recibirá en Son Moix a un rival que también pelea por la permanencia. Arrasate sabe que su equipo debe aprovechar el factor campo para conseguir una victoria que le permita distanciarse de la zona de peligro. La plantilla balear ha demostrado ser un conjunto difícil de batir, pero necesita encontrar el equilibrio entre la solidez defensiva y la efectividad ofensiva.
En definitiva, el empate a cero refleja la igualdad que existe en la zona baja de LaLiga EA Sports. Cada punto sumado es vital, pero las victorias son imprescindibles para lograr la ansiada permanencia. El Oviedo y el Mallorca han mostrado sus virtudes y sus defectos en un duelo que servirá de lección para los desafíos que les esperan. La regularidad, la efectividad y la capacidad de sobreponerse a las adversidades marcarán el destino de ambos conjuntos en las jornadas decisivas que restan de campeonato.