Celtics aplastan a Lakers en el TD Garden sin LeBron ni Doncic

Boston firma un dominio absoluto (126-105) ante unos Lakers diezmados que solo pudieron aguantar los primeros minutos del partido

El TD Garden presenció una nueva exhibición de poderío de los Boston Celtics, que no necesitaron de su mejor versión para doblegar a unos Los Angeles Lakers que llegaban en modo supervivencia. El encuentro, correspondiente a la temporada 2025-26 de la NBA, dejó un marcador demoledor de 126-105 que refleja a la perfección la diferencia de nivel entre ambos conjuntos en esta jornada. La ausencia de sus dos estrellas máximas, LeBron James y Luka Dončić, condenó a los angelinos a un papel secundario que solo pudo sostenerse durante los primeros compases del duelo.

Desde el salto inicial, los de Joe Mazzulla impusieron su ritmo. La defensa en zona de Boston asfixió las opciones de anotación de unos Lakers que veían como el reloj de la posesión se agotaba sin generar ocasiones claras. Por su parte, el ataque local funcionó como un reloj suizo, con circulación de balón y tiros abiertos que castigaron cada error defensivo visitante. La ventaja se fue dilatando hasta alcanzar los 20 puntos antes del descanso, un abismo que resultó insalvable para los de JJ Redick.

La segunda mitad no hizo más que confirmar la tendencia. A pesar de los intentos de reacción de Austin Reaves, que se convirtió en el único referente ofensivo de los Lakers con 28 puntos, la diferencia nunca bajó de los 15 puntos. Reaves firmó una actuación digna de mención, con varios triples consecutivos que mantuvieron vivas las esperanzas de una remontada épica, pero carecía de apoyo. Gabe Vincent y Rui Hachimura aportaron puntos sueltos, pero la falta de continuidad en el juego colectivo hacía inviable cualquier intento de acercamiento.

Del lado de Boston, el reparto de protagonismo fue la clave. Jaylen Brown lideró el ataque con 24 puntos, mostrando una efectividad impecable desde la línea de tiros libres y una capacidad de penetración que desquició la defensa angelina. Derrick White se erigió como el director de orquesta, con 18 puntos y una dirección de juego que generó ventajas constantes. Su acierto desde el perímetro, con 4 triples, mantuvo a los suyos siempre por encima en el marcador.

El banquillo de los Celtics también demostró su calidad. Payton Pritchard aportó energía y puntos en momentos clave, mientras que Sam Hauser castigó desde el exterior con un porcentaje de acierto superior al 50%. La profundidad de plantilla de Boston se ha convertido en su mayor fortaleza esta temporada, permitiendo a Mazzulla rotar sin perder intensidad ni calidad en ninguno de los cuatro cuartos.

El tercer periodo fue el definitivo. Un parcial de 32-21 sentenció cualquier atisbo de competición. Los Lakers, jugando back to back y con las piernas pesadas, no pudido mantener el ritmo impuesto por los locales. La falta de creatividad en la creación de juego se hizo más evidente con cada posesión, mientras que Boston seguía encontrando soluciones fáciles en transición y con tiros abiertos.

El último cuarto se convirtió en un mero trámite. Mazzulla aprovechó para dar minutos a sus jugadores menos habituales, como Nick Smith Jr. y Hugo González, que demostraron que la cantera verde también tiene talento. Por su parte, Redick optó por preservar a sus titulares para el siguiente compromiso, consciente de que la temporada es larga y no merecía la pena forzar en un partido perdido.

El análisis estadístico refleja la superioridad celtics. Un 48% en tiros de campo contra el 42% de los Lakers, un 38% en triples contra el 33% visitante, y una ventaja de 12 rebotes en el global. Pero más allá de los números, fue la sensación de control absoluto la que definió el encuentro. Boston jugó a placer, mientras que Los Angeles sobrevivió.

Este resultado deja a los Celtics con un balance de 12-3, consolidados en lo más alto de la Conferencia Este, mientras que los Lakers caen a 8-7, ya fuera de los puestos de playoff en el Oeste. La lesión de Dončić y el descanso de LeBron, combinados con un calendario exigente, están pasando factura al proyecto de Redick, que necesitará encontrar soluciones urgentes si no quiere que la temporada se le escape.

La próxima jornada presenta nuevos desafíos. Boston visitará Milwaukee en un duelo de candidatos al anillo, mientras que Los Angeles recibirá a Golden State con la necesidad de sumar una victoria que devuelva la confianza al grupo. La vuelta de sus estrellas será clave, pero también lo será mejorar el juego colectivo y la intensidad defensiva, dos aspectos que brillarón por su ausencia en el TD Garden.

El mensaje es claro: los Celtics han enviado un aviso a la competencia. Su plantilla es profunda, su juego es atractivo y efectivo, y su ambición es máxima. Por su parte, los Lakers deben resolver sus problemas de salud y encontrar un rumbo claro antes de que sea demasiado tarde. La temporada es larga, pero cada derrota cuenta, y esta ha sido especialmente dolorosa.

Referencias

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