Peña Sport FC: Un siglo de historia vuelve a su origen en Tafalla

El Café Bar Rafael acoge la emotiva celebración del centenario del club fundado en 1925

El pasado 25 de noviembre, Peña Sport FC cerró el círculo de su primera centuria. Exactamente cien años después de su fundación, el club regresó al lugar que vio nacer su ilusión: el histórico Café Bar Rafael de Tafalla. Este emblemático establecimiento, testigo de generaciones de peñistas, se convirtió en el escenario perfecto para una conmemoración que traspasó lo meramente deportivo para convertirse en un acto de memoria colectiva, orgullo local y conexión intergeneracional. La cita congregó a antiguos jugadores, directivos, familiares de fundadores y vecinos que compartieron un momento cargado de nostalgia y celebración. El ambiente, íntimo y solemne, reflejó la importancia de una institución que ha marcado la vida social y deportiva de la localidad navarra durante un siglo ininterrumpido. El acto no solo recordó los éxitos deportivos, sino que puso el foco en el tejido humano que ha mantenido viva la llama del club a través de los años. Desde las primeras directivas hasta los últimos aficionados, todos encontraron en el Bar Rafael un espacio de pertenencia. La relación entre el local y el club es tan profunda que, como señalaron los organizadores, ya une a cinco generaciones de la familia Gutiérrez con la entidad, convirtiendo esta conexión en un legado familiar único en el panorama del fútbol amateur español. La primera planta del edificio, con su estrecho balcón sobre la avenida de Severino Fernández, fue el escenario exacto donde todo comenzó. Allí, un 25 de noviembre de 1925, representantes de varios clubes locales decidieron unir fuerzas para dar vida a un proyecto común. Los clubes precursor —Esperanza, Tabaco, Petit Club, Estrella y Unión Club Sport— dejaron atrás sus siglas individuales para abrazar una identidad compartida. Los nombres de aquellos pioneros resonaron con fuerza durante el acto: Pepe Alfaro, el primer presidente; Luis Gutiérrez, dueño del café y alma mater del proyecto; Ignacio Dendariarena, José Colio, Félix Yoldi, Fermín Osés, José Luna, los hermanos Martinena, Valeriano Olóriz y Telmo Pascual, entre otros muchos cuyos apellidos forman parte del ADN del club. La ceremonia se abrió con un saludo institucional y una proyección de fotografías históricas que transportaron a los asistentes a las primeras décadas del club. Las imágenes mostraban no solo equipos y partidos, sino la vida social que giraba en torno al Bar Rafael: asambleas, celebraciones, despedidas de autobuses rumbo a los campos de fútbol de Navarra. Durante décadas, este local funcionó como sede oficial de la entidad, un punto de encuentro donde se tomaban las decisiones más importantes y se exhibían los trofeos conseguidos con esfuerzo. Una de las anécdotas más curiosas que salieron a la luz fue el debate que generó el nombre del club en sus orígenes. La combinación de "Peña" y "Sport" representaba una fusión entre la tradición de las sociedades locales y la modernidad deportiva importada de otros países. No todos los fundadores vieron con buenos ojos esta denominación, considerada por algunos demasiado innovadora para la época. Sin embargo, el nombre prevaleció y hoy es un símbolo de identidad reconocido en toda la comarca. Otra reliquia histórica mencionada fue la famosa botella de coñac Fundador, conservada desde los años treinta como consecuencia de una apuesta perdida por jugadores y directivos. Este objeto, que aún conserva las firmas de aquellos protagonistas, se ha convertido en un símbolo de camaradería y tradición, custodiado con mimo por la familia del club. La segunda parte del evento giró en torno a los reconocimientos a personas clave en la historia reciente de la entidad. Atxu Ayerra, nieto del primer presidente Pepe Alfaro, recibió un ejemplar del libro conmemorativo del centenario, cerrando así un círculo generacional que conecta directamente con los orígenes. Rafael Gutiérrez, actual responsable del Bar Rafael, fue homenajeado por el apoyo incondicional de su familia durante un siglo, con la entrega a cargo del exjugador Ángel Mari Muez, representando la conexión viva entre pasado y presente. Javier Intxauspe recibió un reconocimiento por su labor de difusión, venta de entradas, gestión de viajes y por mantener vivo el recuerdo de su padre Jesús, otro histórico peñista. La familia de Juantxo Martínez, fallecido en 2014, fue obsequiada con un detalle simbólico por años de dedicación incondicional al club. Por último, Joseba Ibáñez, exjugador, fisioterapeuta, directivo y autor de la actual cartelería del club, fue distinguido por su versatilidad y compromiso constante. El acto concluyó con un brindis en el que se destacó que Peña Sport FC es mucho más que un club de fútbol. Es un referente de cohesión social, un motor de identidad tafallesa y un ejemplo de cómo el deporte amateur puede tejer vínculos duraderos entre vecinos. La entidad ha sobrevivido a guerras, crisis económicas y cambios sociales, manteniendo su esencia gracias al esfuerzo anónimo de cientos de personas que han creído en su proyecto. Con el regreso al Bar Rafael, Peña Sport FC no solo rinde homenaje a sus orígenes, sino que refuerza su compromiso con el futuro. La celebración del centenario sirve como punto de inflexión para atraer a nuevas generaciones y garantizar que la llama encendida en aquel balcón de 1925 continúe viva durante otros cien años. El club demuestra así que las raíces más profundas permiten crecer con mayor firmeza, y que la memoria colectiva es el mejor activo para construir el mañana.

Referencias

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